Pedos ruidosos, pero poco apestosos
La princesa está desesperada. Quiere tirarse pedos pestilentes como cualquier otro niño, pero no lo consigue. Afortunadamente, su madre sabe qué hacer: ¡ya es hora de comer algo diferente! Así que en la cocina real se ponen manos a la obra: ¿podrá el menú adecuado conseguir pedos malolientes?