«Es improbable que esta colección de mi diario supere la censura… Mañana dejaré Vietnam». Así comienza Thich Nhat Hanh su anotación del 11 de mayo de 1966. Tuvo que exiliarse de su país por pedir la paz y no pudo regresar hasta 2004. En ese largo lapso continuó enseñando con ahínco en Europa y los E...
«Es improbable que esta colección de mi diario supere la censura… Mañana dejaré Vietnam». Así comienza Thich Nhat Hanh su anotación del 11 de mayo de 1966. Tuvo que exiliarse de su país por pedir la paz y no pudo regresar hasta 2004. En ese largo lapso continuó enseñando con ahínco en Europa y los Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los líderes espirituales más respetados del mundo. Cuando escribía este bloc de notas, empero, su celebridad estaba aún por llegar. Fragantes hojas de palmera muestra a un joven vulnerable y asombrosamente lúcido, un estudiante y adjunto en las universidades de Princeton y Columbia (entre 1962 y 1963) que añora su hogar y reflexiona sobre las dificultades que su comunidad tuvo que afrontar en Vietnam. El texto describe su regreso a su tierra natal en 1964, cuando establece el movimiento hoy ya conocido como «budismo comprometido». Representa, por tanto, una valiosísima ventana a la vida temprana de un ícono espiritual y proporciona un genuino modelo de cómo vivir con consciencia plena en tiempos de cambio y agitación.
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