Este libro está lleno de ilustraciones en blanco y negro esperando a que los niños les den vida y color con una técnica tan sencilla como original: basta con pasarles por encima un pincel mojado en agua para que cobren color al instante.
Entre las preciosas escenas bucólicas hay ardillas jugando en los árboles, un tejón que sale de noche y un ciervo paseando con sus crías.
Incluye un pincel e instrucciones muy fáciles de seguir, así como una contracubierta desplegable que colocar bajo la página que se colorea para evitar que la tinta traspase.