Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 en Los Ángeles. Para entonces, su agotamiento, paranoia y mala salud eran un secreto a voces; de algún modo, era como si ya llevase muerto un tiempo y la muerte real no fuera sino un gran final dramático con el que se coronaba una existencia que, desde mu...
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 en Los Ángeles. Para entonces, su agotamiento, paranoia y mala salud eran un secreto a voces; de algún modo, era como si ya llevase muerto un tiempo y la muerte real no fuera sino un gran final dramático con el que se coronaba una existencia que, desde muy temprana edad, estuvo marcada por el talento y el estrellato, pero también por la infelicidad y la polémica: sus operaciones, el color de su piel y, muy especialmente, las gravísimas acusaciones de pederastia. Paul Morley reflexiona sobre la cultura mediática y nuestra obsesión con las celebridades; sobre la cultura mediática y nuestra obsesión con las celebridades; sobre el modo en que convertimos a la mayor estrella infantil de finales del siglo XX en un monstruo grotesco.
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