Conan ha solucionado el caso del espectáculo de magia sangrienta con una inesperada ayuda: la de Kid el ladrón, que se había ocultado tras la falsa identidad de Rik Donal. Por supuesto, el esquivo ladrón logra esfumarse de nuevo mientras Shinichi, atrapado en el cuerpo del pequeño Conan, se muere de rabia.
Después de la aventura nevada, Conan, Ran y Mouri deciden darse un capricho y asistir al concierto de Yoko, la cantante favorita de Mouri y que fue protagonista de uno de los primeros casos de Conan como detective. Sin embargo, jamás llegan a ese concierto ya que se ven envueltos en un triste caso de asesinato en el que una joven asesina a sangre fría a su hermana, celosa porque cree que ésta le ha robado su novio.
Para animar a Conan, el profesor Agase se lleva a todos los detectives infantiles de acampada, pero se pierden y acaban encerrados en un extraño castillo en medio del bosque.