Oriol Conill i Pi, funcionario de la Generalitat y destacado dirigente de Òmnium Cultural, dicta al taxista andaluz, y por tanto charnego, Cucufato Redrojo García 47 lecciones para que pueda convertirse, como desea, en un buen catalán. Con buenas dosis de cinismo, este catalán de pura cepa le cuenta al converso todos los tópicos, invenciones y ensoñaciones históricas en las que se basa el movimiento secesionista.
El resultado es una crítica vehemente que levantará ampollas porque cuenta hechos y usa argumentos que son considerados tabú en el mundo nacionalista y su entorno, y que tampoco suelen desplegar sus opuestos por timidez o prudencia.