Desde que ella y sus amigas crearon su propio canal de YouTube, Abby está más ocupada que nunca: no solo le toca subir vídeos al menos una vez a la semana, sino que además tiene un papel en el musical Grease que ha montado su instituto. Si siempre le había costado llevar al día los deberes, ahora le parece totalmente imposible, y por si todo eso fuera poco, encima se está empezando a enamorar… ¡de dos chicos a la vez!