Después de unos días algo ajetreados en un hotel de montaña de un país sin nombre del este de Europa, la joven y rica Iris Carr coge impaciente el tren expreso a Trieste. En un vagón repleto, la única persona que no parece serle hostil es una institutriz inglesa, la señorita Floy, con la que entabla...
Después de unos días algo ajetreados en un hotel de montaña de un país sin nombre del este de Europa, la joven y rica Iris Carr coge impaciente el tren expreso a Trieste. En un vagón repleto, la única persona que no parece serle hostil es una institutriz inglesa, la señorita Floy, con la que entabla una amistosa conversación. Poco después se queda dormida y, al despertar, el lugar de su nueva amiga lo ocupa otra mujer de gesto adusto. La señorita Floy parece haberse volatilizado: nadie en el tren recuerda haberla visto, Iris parece no estar en sus cabales y solo un joven, pese a no creerla del todo, se ofrecerá a ayudarla para aclarar lo que puede o no haber ocurrido. La dama desaparece (1936), que sería llevada al cine por Alfred Hitchock en 1938, es un clásico de la novela de misterio británica y recrea una situación de ansiedad extrema que la acerca al thriller psicológico.
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