He aquí la historia de amor entre un hombre y sus libros, y entre ese mismo hombre y su perro, resumen argumental que no desdice la originalidad de "Florido granado caduco marchito", una novela en la que no se humaniza a los animales y los libros no salvan a nadie, una conversación a una sola voz e...
He aquí la historia de amor entre un hombre y sus libros, y entre ese mismo hombre y su perro, resumen argumental que no desdice la originalidad de "Florido granado caduco marchito", una novela en la que no se humaniza a los animales y los libros no salvan a nadie, una conversación a una sola voz en la que no hay lugar para el sentimentalismo y un viaje en coche que transcurre a través de las cuatro estaciones, digamos metafísicas, del título. Eso y una serie de palabras sencillas, convertidas por obra de "una escritora tocada por la grandeza" en "obra maestra del lenguaje", en poesía. La primera novela "humilde", y no por eso menos "artísticamente insigne", "singularmente imaginativa", "a veces cómica y a veces desgarradora", "sorprendente", "auténtica", "ambiciosa", "triste, sólida, frágil, ingeniosa" y "rebosante de vitalidad" de Sara Baume, que tiene un perro tuerto pero dice haberse inventado esta historia que solo ella podía inventar.
Subscriu-te al nostre butlletí
Subscriu-te i rebràs totes les nostres novetats. Cero SPAM, només continguts de valor.