¿Quién mejor que Jutta Richter para contarnos una tierna y divertida historia, casi filosófica, sobre las relaciones entre los perros y los hombres? En Yo aquí sólo soy el perro, el punto de vista se invierte y es el perro quien nos cuenta cómo es esa relación.La fluidez y el ritmo narrativo hacen d...
¿Quién mejor que Jutta Richter para contarnos una tierna y divertida historia, casi filosófica, sobre las relaciones entre los perros y los hombres? En Yo aquí sólo soy el perro, el punto de vista se invierte y es el perro quien nos cuenta cómo es esa relación.
La fluidez y el ritmo narrativo hacen de esta historia una pequeña pero notable obra de arte.
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