(...) los largos cabellos negros, cayéndole sobre la espalda, goteaban sangre; vestía como de costumbre, pero tenía descubierto el pecho y dejaba ver su ensangrentada herida. Todo estaba muerto, todo era cadáver... carne, ropas, figura... Solamente los oj
(...) los largos cabellos negros, cayéndole sobre la espalda, goteaban sangre; vestía como de costumbre, pero tenía descubierto el pecho y dejaba ver su ensangrentada herida. Todo estaba muerto, todo era cadáver... carne, ropas, figura... Solamente los oj
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