El comisario Adamsberg deberá enfrentarse en esta ocasión al caso más personal de toda su carrera y, por lo tanto, también al más peligroso.
Adamsberg se dispone a cruzar el Atlántico para instruirse en unas nuevas técnicas de investigación que están desarrollando sus colegas del otro lado del océano. Pero no sabe que el pasado se ha metido en su maleta y le acompaña en su viaje.
En Quebec se encontrará con una joven acuchillada y una cadena de homicidios idénticos, cometidos por el misterioso Tridente, un asesino fantasmal que persigue al joven comisario, obligándole a enfrentarse al único enemigo del que hay que tener miedo: uno mismo.
Adamsber, esta vez, tiene problemas muy serios...