El día que Lucía llegó a la playa de las caracolas, no se lo podía creer. ¡Había caracolas por todos lados! Pero lo que Lucía no se podía imaginar es que cada caracola escondía un secreto con forma de palabra, y que solo su abuelo podía ayudarla a descubrir el misterio.
El día que Lucía llegó a la playa de las caracolas, no se lo podía creer. ¡Había caracolas por todos lados! Pero lo que Lucía no se podía imaginar es que cada caracola escondía un secreto con forma de palabra, y que solo su abuelo podía ayudarla a descubrir el misterio.
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