mediante la aplicación de técnicas forenses a los zombis capturados. En una isla remota este equipo de doctores, capitaneados por la audaz microbióloga española Blanca Gutiérrez, fue confinado en condiciones extremas para hallar una cura radical a la epidemia mediante sus propias investigaciones y l...
mediante la aplicación de técnicas forenses a los zombis capturados. En una isla remota este equipo de doctores, capitaneados por la audaz microbióloga española Blanca Gutiérrez, fue confinado en condiciones extremas para hallar una cura radical a la epidemia mediante sus propias investigaciones y las teorías de un reconocido experto, el Dr. Stanley Blum. De ahí nace la base de este informe en el que por primera vez se demuestra la biología única de los organismos zombi. Con detallado dibujos de los órganos internos de estos zombis, realizados allí por el anatomista canadiense James Pittman, el cuaderno manuscrito de Blum muestra la anatomía de estas horribles criaturas: cerebros, piel, corazones, sistema digestivo, pulmones... Las notas del doctor Blum revelaban sin duda sorprendentes indicios para saber cómo funcionan estas criaturas, pero... también de sus páginas se desprende que todos los miembros del equipo cayeron poco a poco infectados por la plaga. Hoy nadie sabe del destino de Blum y su equipo, pero gracias a su cuaderno, conservado por la Organización Mundial de la Salud, junto a una ingente documentación relacionada, a veces de origen desconocido, los descubrimiento científicos que hicieron en plena Apocalipsis se manejan hoy, en este expediente, quizás como la última esperanza para los humanos en la Tierra.
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