En los años de entreguerras, un transatlántico, el Virginian, recorría las rutas entre Europa y América, con su carga de millonarios, de turistas, de emigrantes... En el Virginian tocaba cada noche un pianista extraordinario, llamado Novecento, con una técnica maravillosa, capaz de arrancar notas má...
En los años de entreguerras, un transatlántico, el Virginian, recorría las rutas entre Europa y América, con su carga de millonarios, de turistas, de emigrantes... En el Virginian tocaba cada noche un pianista extraordinario, llamado Novecento, con una técnica maravillosa, capaz de arrancar notas mágicas, inauditas. Se hablaba de su inusitado duelo pianístico nada menos que con Jelly Roll Morton, el inventor del jazz... Se decía que el melancólico pianista había nacido en el barco, del que jamás habría descendido. Se decía que nadie sabía la razón. Un monólogo teatral, llevado al cine en 1998 por Giuseppe Tornatore con el título La leyenda del pianista en el océano, del que AlessandroBaricco afirmó: «Más que un texto teatral, lo considero una novela corta o un relato largo, surgido tras la estela de Océano mar, como si en esta novela no hubiera podido contar todas las historias que quería.»
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