En la convulsa época de los señores feudales, la joven Esclarmonde se niega a pronunciar, ante los escandalizados asistentes a su boda, el «sí» al apuesto Lothaire: quiere que se respeten sus deseos de ofrecerse a Dios, contra la voluntad de su padre, el señor que reina en Los Murmullos. La joven pi...
En la convulsa época de los señores feudales, la joven Esclarmonde se niega a pronunciar, ante los escandalizados asistentes a su boda, el «sí» al apuesto Lothaire: quiere que se respeten sus deseos de ofrecerse a Dios, contra la voluntad de su padre, el señor que reina en Los Murmullos. La joven pide que la encierren en una celda adjunta a la capilla del castillo, sin otra abertura que un ventano con barrotes. Pero, lejos de alcanzar la soledad a la que aspiraba, Esclarmonde no sólo participa de todo cuanto la rodea, sino que está al corriente de lo que ocurre más allá del feudo. Logra así imponerse a su padre, un hombre con un pecado inconfesable a quien Esclarmonde insta a que acuda a la cruzada que Federico I Barbarroja ha emprendido para liberar Tierra Santa. Y vivirá casi en carne propia, gracias a un extraño prodigio, las vicisitudes de esa trepidante epopeya.
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