Vivir es alternar responsablemente afirmaciones y negaciones, porque continuamente nos vemos obligados a escoger entre un objeto u otro, entre diferentes opciones de ocio, o entre una ruta vital u otra. Vivir implica elegir. Escoger implica elegir, discernir es un acto distinto de escoger. A lo larg...
Vivir es alternar responsablemente afirmaciones y negaciones, porque continuamente nos vemos obligados a escoger entre un objeto u otro, entre diferentes opciones de ocio, o entre una ruta vital u otra. Vivir implica elegir. Escoger implica elegir, discernir es un acto distinto de escoger. A lo largo de nuestras vidas, más que elegir, separamos. Las opciones que se nos presentan no son nítidas ni diáfanas cual sustancias químicas aisladas en sus respectivos frascos de cristal. Hacer buenas elecciones, saber separar bien, es un signo de inteligencia y una manera de retroalimentar a esta última. Francesc Torralba nos facilita las claves imprescindibles para saber elegir entre el bien y el mal en nuestra vida cotidiana.
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