Comenzaron invadiendo el piso de arriba en silencio, sin hacer apenas ruido, y cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde. Ni él ni sus padres eran capaces de detenerlos. Solo podían hacer una cosa: huir. ¿Pero de qué? ¿De quiénes?
Comenzaron invadiendo el piso de arriba en silencio, sin hacer apenas ruido, y cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde. Ni él ni sus padres eran capaces de detenerlos. Solo podían hacer una cosa: huir. ¿Pero de qué? ¿De quiénes?
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