Es difícil enfrentarse al miedo a la oscuridad, puesto que en ella todo se transforma y se agiganta: los muebles, los juguetes, las sombras. Pero con unos cuantos recursos, una lamparita, una puerta abierta y la ayuda de los mayores, los ruidos de la casa se hacen familiares y se aprende que la noc...
Es difícil enfrentarse al miedo a la oscuridad, puesto que en ella todo se transforma y se agiganta: los muebles, los juguetes, las sombras. Pero con unos cuantos recursos, una lamparita, una puerta abierta y la ayuda de los mayores, los ruidos de la casa se hacen familiares y se aprende que la noche está llena de paz y de cosas maravillosas...
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