¿Qué precio estaríamos dispuestos a pagar por satisfacer nuestros deseos? Para muchos de sus lectores El diablo de la botella es un relato sobre la fuerza del amor, pero quizá sea más atinado ver en él un sutil análisis de la lógica del deseo; de cómo, una vez satisfecho, el deseo sólo puede persist...
¿Qué precio estaríamos dispuestos a pagar por satisfacer nuestros deseos? Para muchos de sus lectores El diablo de la botella es un relato sobre la fuerza del amor, pero quizá sea más atinado ver en él un sutil análisis de la lógica del deseo; de cómo, una vez satisfecho, el deseo sólo puede persistir si encuentra un nuevo objeto que anhelar. El diablo de la botella es también es un relato financiero que anticipa la omnipresencia del dinero en el mundo actual y su capacidad de circular ininterrumpidamente traspasando fronteras geográficas y morales, y una fábula crediticia: su asunto es una hipoteca cuya garantía estriba nada menos que en el alma del protagonista. Sin duda, al lector del siglo XXI el punto de partida de la fábula no le resultará ajeno: todo comienza con el deseo de Keawe de poseer una bonita casa y con la oportuna oferta de una ilimitada fuente de financiación. R. L. Stevenson sentía especial predilección por este relato; nosotros, con la que está cayendo, lo consideramos imprescindible.
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