En un crudo día de invierno de 1650, René Descartes fue enterrado lejos de su hogar. Dieciséis años más tarde, el embajador francés exhumó secretamente sus huesos y los transportó a Francia. La historia de estas insólitas reliquias involucra a los personajes más diversos que usaron estos huesos.
En un crudo día de invierno de 1650, René Descartes fue enterrado lejos de su hogar. Dieciséis años más tarde, el embajador francés exhumó secretamente sus huesos y los transportó a Francia. La historia de estas insólitas reliquias involucra a los personajes más diversos que usaron estos huesos.
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