La semblanza del emperador Juliano, quien representa la última tentativa de restaurar el helenismo frente a la hegemonía creciente del cristianismo, es la clave de una época el siglo IV en que un viejo mundo agoniza y otro nace, a la sombra de la Cruz.
La semblanza del emperador Juliano, quien representa la última tentativa de restaurar el helenismo frente a la hegemonía creciente del cristianismo, es la clave de una época el siglo IV en que un viejo mundo agoniza y otro nace, a la sombra de la Cruz.
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