Patatu no sabe cómo solucionar el problema del pequeño puercoespín: con sus púas rebienta todos los balones... Por suerta, el hada bruja Lucecita la dará una solución. Pero Lucecita es tan mañosa como loca y se quedará a vivir en casa de Patatu. A nuestro amigo, esto lo le hará ninguna gracia.
Patatu no sabe cómo solucionar el problema del pequeño puercoespín: con sus púas rebienta todos los balones... Por suerta, el hada bruja Lucecita la dará una solución. Pero Lucecita es tan mañosa como loca y se quedará a vivir en casa de Patatu. A nuestro amigo, esto lo le hará ninguna gracia.
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