Una noche, en el viejo cementerio, vi a un encapuchado de aspecto muy sospechoso. Después de pensarlo un par de segundos, llegué a la conclusión de que sólo tenía dos posibilidades: ¡esfumarme a toda ala o lanzarme de cabeza hacia el peligro! ¿Sabéis cuál de las dos elegí?
Una noche, en el viejo cementerio, vi a un encapuchado de aspecto muy sospechoso. Después de pensarlo un par de segundos, llegué a la conclusión de que sólo tenía dos posibilidades: ¡esfumarme a toda ala o lanzarme de cabeza hacia el peligro! ¿Sabéis cuál de las dos elegí?
Suscríbete a nuestro boletín
Suscríbete y recibirás todas nuestras novedades. Cero SPAM, sólo contenidos de valor.