Cada vez más madres de distintos lugares del planeta se ven obligadas a dejar a sus hijos en su país de origen en busca de un lugar más justo donde poder criarlos y educarlos. En la mayoría de casos, llegan solas a un país del que saben muy poco, a veces sin conocer el idioma o la cultura y, a pesar...
Cada vez más madres de distintos lugares del planeta se ven obligadas a dejar a sus hijos en su país de origen en busca de un lugar más justo donde poder criarlos y educarlos. En la mayoría de casos, llegan solas a un país del que saben muy poco, a veces sin conocer el idioma o la cultura y, a pesar de ello, deben enfrentarse a la lucha cotidiana de salir adelante para poder traer pronto a sus hijos. Pero ¿cómo ve la sociedad a estas mujeres? A veces, sólo como inmigrantes. Otras veces, desde los medios de comunicación, se las juzga sutilmente al dar cifras alarmantes sobre los movimientos migratorios, o en las noticias de violencia de género. Y otras tantas, se las tiene bajo sospecha porque llegan sin papeles y sin trabajo. Una visión pobre y reduccionista que nos impide ver la realidad. Detrás de estas historias de sacrificios, miedos y amor incondicional hay necesidades importantes como la de mantener un vínculo positivo con la familia que llegará después, fortalecer lazos con hijos que han quedado temporalmente al cuidado de otros o simplemente seguir educándolos en la distancia? Educar desde el locutorio propone una nueva mirada frente al acto de emigrar, la educación de los hijos y las modernas formas de vida. Un libro con gran variedad de informaciones prácticas y direcciones de interés.
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