Primas de riesgo desbocadas, recetas improvisadas para salir de la crisis, proclamas apocalípticas… La enloquecida actualidad financiera, sin tiempo para la reflexión, pide a gritos espacios como el que aquí dedica George Soros, una de las mentes financieras más reconocidas en todo el mundo, a diagn...
Primas de riesgo desbocadas, recetas improvisadas para salir de la crisis, proclamas apocalípticas… La enloquecida actualidad financiera, sin tiempo para la reflexión, pide a gritos espacios como el que aquí dedica George Soros, una de las mentes financieras más reconocidas en todo el mundo, a diagnosticar en tiempo real la política económica de los últimos años en Estados Unidos y Europa. Realizando una suerte de enmienda a la totalidad a las tesis del thatcherismo adoptadas también por Reagan en los años ochenta, según las cuales el mercado se regula solo, sin intervención del Estado, Soros sostiene que es la supresión de las normas y los sistemas de control sobre el mercado lo que ha provocado el descontrol y el fraude; algo que, unido al gasto manirroto de ciertos países, ha generado una deuda tóxica que está en el origen de la crisis.A lo largo de esta treintena de ensayos, escritos entre 2008 y 2011, Soros, una voz de un peso específico y una autoridad difícilmente discutibles, propone que nos detengamos y pongamos en perspectiva lo ocurrido desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, a la vez que inyecta una dosis de sentido común a la realidad de los mercados y plantea una serie de soluciones a la crisis basadas en su conocimiento directo de las fi nanzas internacionales. Entre ellas, asumir que los mercados no son capaces de autocorregirse y reconocer la necesidad de intervención del Estado para marcar las reglas del juego. Porque sólo con reglas, afirma Soros, es posible el liberalismo.
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