El romanticismo surgió en Alemania como reacción contra
el predominio de un rancio racionalismo de origen francés.
Sus temas predilectos: el bosque, la noche, lo mágico
y maravilloso, el demonio, la muerte, la locura, los sueños
y las experiencias místicas tratan de realzar el aspecto
fantástico y siniestro de la realidad.
Cuentos fantásticos del romanticismo alemán,
reúne ocho relatos que ofrecen la personal visión de siete diferentes
autores románticos alemanes sobre muchos de estos temas:
Ondina, de Friedrich de la Motte Fouqué, lectura poética
de una leyenda hallada en el Libro de las ninfas, sílfides...
de Paracelso; La maravillosa historia de Peter Schlemihl,
la obra maestra de Adelbert von Chamisso, que recrea el tema
de Fausto; La estatua de mármol,
de Joseph von Eichendorff, una inquietante fantasía onírica
que se desencadena tras el hallazgo nocturno de una estatua
de Venus junto a un estanque; El rubio Eckbert,
de Ludwig Tieck: la fascinación por la naturaleza, por la soledad
del bosque, inspira esta historia, a medio camino entre los cuentos
de hadas y el relato gótico; El monte de las runas,
del mismo autor, que narra la historia de Christian, quien, hastiado
de una vida anodina, decide entregarse a la búsqueda de los tesoros
ocultos bajo una montaña; El inválido loco del fuerte Ratonneau,
de Achim von Arnim, basado en una historia real,
cuenta las peripecias del sargento Francoeur, herido y hecho
prisionero en la guerra francoprusiana, que regresa al hogar,
donde su mujer lo cree poseído por el diablo; El cascanueces
y el rey de los ratones, el popular relato de E.T.A. Hoffmann,
una fantasía a un tiempo infantil y grotesca sobre una delirante guerra entre ratones y juguetes; y Las tres nueces,
de Clemens Brentano, sobre la fatalidad
contenida en un verso latino.