Dos adolescentes, grandes amigos, los mejores, preparan la fiesta más importante del año en la urbanización Carnelia. Oscilando entre la realidad y la fantasía, entre lo ingenuo y lo perturbador, Sangre de mi sangre, una novela gráfica que ha necesitado de 4 años de trabajo para alcanzar su forma definitiva, indaga en la psicología de sus personajes, en sus sueños, sus recuerdos y, sobre todo, en las relaciones y jerarquías que se establecen en cada familia, en cada micromundo.
Complejos edípicos no resueltos, rivalidades fraternas, padres ausentes (estando o no presentes), niños que viven en su propio mundo, adolescentes con gusto por lo distinto y sensibilidades ?fuera de la norma?, padres e hijos sumidos en sus bloqueos, ansiedades, deseos, esperanzas y obsesiones varias, incomunicación... Lola Lorente utiliza con sabiduría múltiples recursos para mostrar un mundo diferente, realista y mágico, entre ingenuo y perturbador, en el que el lector entra con paso firme.
Los personajes muestran, en ocasiones de una manera sutil, sus miedos, frustraciones, deseos y traumas mediante la fantasía o la evasión a otros mundos, los cuales contrastan fuertemente con la realidad con la que conviven. A nivel gráfico, Lola Lorente se mueve entre lo naif y lo barroco, entre la síntesis y el detalle, creando un universo que se ajusta con fluidez con el tono de la historia.