«Un incomprensible equívoco persigue a este libro desde su aparición. Pese a tratarse de una obra tan clara y profunda como entretenida, mucha gente todavía cree, a tenor de su título, que El espacio vacío es un texto sobre esencialismos escenográficos o, peor todavía, un tratado abstruso y teórico ...
«Un incomprensible equívoco persigue a este libro desde su aparición. Pese a tratarse de una obra tan clara y profunda como entretenida, mucha gente todavía cree, a tenor de su título, que El espacio vacío es un texto sobre esencialismos escenográficos o, peor todavía, un tratado abstruso y teórico sobre teatro experimental según el signo de los tiempos: el caótico pero vivísimo final de la década de 1960.» Con estas palabras arranca el prólogo de Marcos Ordóñez al libro de Peter Brook, un texto fundamental sobre el teatro moderno —«uno de los más claros, más sabios y más influyentes que jamás se hayan escrito»—, pero también una visión inusitadamente intensa de la realidad en la que todos podemos vernos reflejados.
Subscriu-te al nostre butlletí
Subscriu-te i rebràs totes les nostres novetats. Cero SPAM, només continguts de valor.